A veces resulta increíble como existes mujeres capaces de tener prácticamente dos vidas paralelas, en las cuales una no afecta en lo absoluto a la otra en lo referente a si misma. Tal es el caso de algunas chicas escorts, las cuales se dedican a hacer dinero a través del ofrecimiento de servicios de compañía y de satisfacción a los hombres, garantizando altas dosis de pasión y satisfacción sexual como ninguna otra chica podría llevar a alcanzarlo. Estas chicas necesitan tener una conducta sumamente atrevida para tener éxito en su negocio, además de mostrar sensualidad y picardía ya que estos aspectos despiertan los mayores deseos de sexo en sus clientes y les aseguran una buena suma de dinero. De la misma forma, estas mujeres también suelen ser expertas en lo que se refiere a la satisfacción y consentimiento sexual de los hombres, algo que adquieren a través de la experiencia y que da la impresión de que son mujeres que han nacido para dedicarse a esto.
Sin embargo, algunas pueden llegar a confundir verdaderamente hasta al hombre más incrédulo, al resultar tener una personalidad completamente distinta. Una vida paralela en la cual son chicas comunes y corrientes, que de seguro tienen un hogar y una familia que ignora la naturaleza de su profesión y que se divierte con sus amigos con actividades comunes como ir al cine, bailar y pasear. Este fenómeno es mucho más común de lo que la mayoría de las personas piensa, y para aquellos que logran evidenciarlo en primera persona puede llegar a ser verdaderamente impactante, ya que es casi imposible el creer que una chica pueda ser tan sensible, inocente y dulce en el día, pero en la noche al salir a ejercer su trabajo se convierte en una bestia salvaje, sedienta de pasión, sexo y aventuras.
De esta manera estas mujeres logran entrar en una sociedad la cual en su mayoría aun considera erróneamente a este negocio tan antiguo como una actividad denigrante y causante de vergüenza. Lo cual trae como consecuencia que en muchas ocasiones la mayoría de las personas pueda asistir a su universidad, a su trabajo, al cine, al parque, a la playa o a cualquier otro sitio de frecuencia de gente común, y compartir alguna charla o momento con una chica de la cual no se tenga la mas mínima sospecha de que en realidad resulta ser una chica escorts.
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